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Con gran delicadeza, el psicólogo se dispuso a mostrar la siguiente imagen. En esta oportunidad se trataba de un dibujo de complejas manchas que, exceptuando la tinta negra, se encontraba completamente descolorido; un dibujo algo extraño, que hacía alusión a un elefante sobre una patineta…
Completamente ilustrado de carisma, el especialista se atrevió a realizar una inocente pregunta:-“y bien, ¿Qué ves en esta imagen?...”
Empapado de confianza, el joven respondió la frase más lógica de todas…:-“Hay un elefante, un elefante rosado que está en una patineta.”
Algo extrañado, el psicólogo le mencionó un detalle:-“¿rosado?... la verdad no me extraña que veas un elefante sobre una patineta, pero yo lo veo blanco…”
-“Mire mejor, el elefante es rosado.”
El hombre no soportó una contradicción tan ridícula, y se exaltó debido a su enmarcado temperamento:- “¿Por qué dices que es rosado?, el dibujo está descolorido, ¿no sería más apropiado decir que solamente hay un elefante en una patineta? Además, todos saben que los elefantes son grises.”
-“¿y de qué otro color podría ser?, ¿a caso no ve que está arriba de una patineta?... Sino dígame una cosa, ¿alguna vez ha visto un elefante gris patinando?...”
La respuesta dejó perplejo al cuestionador, el que intentó defender su punto con algo más que ira momentánea:-“Bueno, en ese caso el elefante también podría ser verde.”
La lengua del joven se llenó de triunfante ironía…:-“Doc., los elefantes verdes no existen.”
Algo exaltado respondió como una ametralladora un ¡Por favor!, después de unos segundos ratificó la idea:-“Creo que aquí tenemos un problema, puesto que los elefantes rosados tampoco existen…”
-“¿Por qué dice semejante mentira?, acaso no ve ese de ahí”- de un solo movimiento el joven apuntó con su índice derecho la imagen expuesta-“…Pero también creo que estamos frente a un grave problema…, hace unos segundos el elefante para Ud. Era blanco”…
Completamente ilustrado de carisma, el especialista se atrevió a realizar una inocente pregunta:-“y bien, ¿Qué ves en esta imagen?...”
Empapado de confianza, el joven respondió la frase más lógica de todas…:-“Hay un elefante, un elefante rosado que está en una patineta.”
Algo extrañado, el psicólogo le mencionó un detalle:-“¿rosado?... la verdad no me extraña que veas un elefante sobre una patineta, pero yo lo veo blanco…”
-“Mire mejor, el elefante es rosado.”
El hombre no soportó una contradicción tan ridícula, y se exaltó debido a su enmarcado temperamento:- “¿Por qué dices que es rosado?, el dibujo está descolorido, ¿no sería más apropiado decir que solamente hay un elefante en una patineta? Además, todos saben que los elefantes son grises.”
-“¿y de qué otro color podría ser?, ¿a caso no ve que está arriba de una patineta?... Sino dígame una cosa, ¿alguna vez ha visto un elefante gris patinando?...”
La respuesta dejó perplejo al cuestionador, el que intentó defender su punto con algo más que ira momentánea:-“Bueno, en ese caso el elefante también podría ser verde.”
La lengua del joven se llenó de triunfante ironía…:-“Doc., los elefantes verdes no existen.”
Algo exaltado respondió como una ametralladora un ¡Por favor!, después de unos segundos ratificó la idea:-“Creo que aquí tenemos un problema, puesto que los elefantes rosados tampoco existen…”
-“¿Por qué dice semejante mentira?, acaso no ve ese de ahí”- de un solo movimiento el joven apuntó con su índice derecho la imagen expuesta-“…Pero también creo que estamos frente a un grave problema…, hace unos segundos el elefante para Ud. Era blanco”…
Günther Semler 11/08/07
Dedicado a una persona muy especial...
