domingo, 14 de diciembre de 2008

Expreso



11 de la noche, y aún continúo mi camino por el Metro.
Después de salir del expreso, recordé el cercano local de licor añejo,
Y pese al alza de los precios,
Pedí al cantinero, con crema un cargado expreso.
Entre sorbo y sorbo, me doy ese pequeño receso,
Y en la charla conmigo, me doy cuenta y me expreso
Que todavía la gente de mí se aleja, quedando yo perplejo;
Porque a pesar de mi inocente café, y la apariencia de amable viejo,
Todos saben que debajo de este vulnerable pellejo,
Aún conservo la mente asesina de un ex-preso.



Günther Semler
14/12/2008